preocupación por lo que sucede con la hija de la China Suárez y Nicolás Cabré ESPECTÁCULO El Intransigente


Varios meses atrás la China Suárez tomó una importante decisión: se animó a acompañar a Mauro Icardi a vivir a Turquía, y es que este debió regresar a Estambul para continuar con su carrera futbolística en el Galatasaray. En el medio quedaron los hijos de la actriz, y es que por supuesto que tuvo todas las intenciones de llevárselos con ella.

Si bien no lo logró con Amancio y Magnolia, fruto de su relación con Benjamín Vicula, la China Suárez sí logró llegar a un acuerdo con Nicolás Cabré y llevarse a Rufina con ella. Finalmente fue escolarizada en Turquía, y a diferencia de la situación que atraviesa con el actor chileno, con el padre de la niña todo fue diferente.

A poco de pasar por el altar y dar el sí de la mano de Rocío Pardo, Nicolás Cabré rompió el silencio y reveló cómo fue para él tener que dejar a su hija partir tan lejos. Si bien admitió conocer «poco» a Mauro Icardi, aseguró que su relación con la China Suárez no es algo que le preocupa y que confía plenamente en su maternidad.

Con el corazón abierto, Nicolás Cabré contó en +Caras: “Rufi es mi vida. Llegó y al año se fue mi papá entonces entendí las cosas de otra manera. Descubrí un mundo, sonrisas que no sabía que existían en mí. Rufi me corrió de todo, decididamente dejé de ser el protagonista de mi vida. Hoy voy a la par de ella creciendo, aprendiendo, es mi mundito, me hace ver todo absolutamente de otra manera”.

“Ya está creciendo pero cuando está acá conmigo es muy importante su mirada y tiene una visión de las cosas que es linda. Tiene una capacidad de escuchar, una luz y un nivel de observación”, siguió Nicolás Cabré. Emocionado, contó que fue clave para él confiar en que Rufina pueda elegir con libertad su rumbo de vida.

“Escucharla como papá y aceptar su decisión, es lo único que a mí me importa. Yo le puedo decir lo que creo y darle opciones, después ella decide y estamos para acompañar. Nunca voy a ser un palo en la rueda. Y entendí y descubrí que lo único que no tenía que ser en la vida de Rufina es ser una piedra, no puedo ser yo el palo en la rueda», argumentó.

«Mi trabajo es apoyar lo que ella decida y acompañar si sale bien o si sale mal. Ahora se queda conmigo hasta el casamiento, hablamos todos los días. Es todo nuevo, es una aventura importante para una nena de 12 años decidir y enfrentarse a un colegio nuevo, nuevos amigos y una cultura completamente diferente. Es un desafío muy importante, no es tan fácil todo y ella se lo banca y a mí me sorprende. La extraño muchísimo pero es parte de la vida”, cerró Nicolás Cabré.

Nicolás Cabré