Hay tres frentes muy claros para atacar. Por un lado, el comunicacional. Es un ámbito en el que los dirigentes sindicales tenemos que tomar la impronta de salir a hablar con los medios de comunicación y mostrar nuestra postura. Otro frente es es ir a la Justicia sobre la base de la inconstitucionalidad de muchos de los capítulos que presenta esta reforma laboral que mezcla muchos aspectos. Meten reformas tributarias, derogación de estatutos como el de los trabajadores de prensa o el de viajantes y también con la regulación de compra-venta de aeronaves y embarcaciones. Hace una gran mezcla de muchas cuestiones que solo benefician a un grupo de poder concentrado. El tercer frente es la calle, el lugar natural de protesta social, clave para el movimiento obrero y para la sociedad en su conjunto. Es donde hay que demostrar fortaleza para oponerse a la reforma laboral.
Sin dudas, lo que se pone en juego con este proyecto es el modelo sindical argentino y peronista. Apunta sobre todo al funcionamiento de las instituciones gremiales para poder llevar adelante la defensa de los trabajadores. Lo que más le molesta a este gobierno es que compartamos mesas en las que somos pares con una porción del poder para discutir de manera colectiva. Ellos creen en las políticas individualistas. Por eso incomoda cuando el movimiento obrero, con sus representantes, se sienta en esas mesas y logra tener paridad de poder para dar las discusiones. Quieren destruir esos espacios que tanto nos costaron construir, así como los convenios colectivos y el entramado de seguridad social.

Las desregulaciones de esta iniciativa pegan de lleno en los trabajadores aeronáuticos y del transporte en general. Es una industria muy delicada en términos de seguridad y con todo lo que proponen dejan en riesgo la seguridad operacional, que hoy es una característica reconocida. Ya estamos viendo el efecto que están sufriendo los trenes con esta política y si esta reforma avanza se va a profundizar en cada sector del transporte.
Tenemos que defender a los trabajadores y las trabajadores de la Argentina en la calle, en los medios de comunicación y en la justicia. También tenemos que llevar adelante propuestas. Por eso creemos que es importante poner sobre la mesa una reforma tributaria para que sobre todo las pequeñas y medianas empresas -grandes generadoras de trabajo en el país- puedan formalizar el empleo. No desconocemos que hay un 45 por ciento de informalidad. Hay que incentivar a las pequeñas y medianas empresas para que esos argentinos y argentinas pasen a la formalidad y tengan derechos.

Foto: Prensa JUVENTUD CATT