Tras el salto cambiario de la semana pasada, las empresas proveedoras de productos de consumo masivo aumentaron sus precios entre un 3% y un 9%, y provocaron la reacción de los supermercadistas, que rechazaron el ajuste de las fábricas en el contexto de la caída de las ventas

En las últimas horas, la Confederación General Almacenera llamó a rechazar los incrementos en una reunión de nivel nacional que finalizó en la madrugada de este martes. 

El directivo de la entidad y también de la Federación de Almaceneros de Buenos Aires, Fernando Savore, consignó que en el encuentro la conducción recomendó no recibir los listados de las alimenticias y otras proveedoras

Los primeros ajustes recibidos después del repunte del dólar fueron del 3% en lácteos, del 7% en marcas de cigarrillos, del 3,5% en gaseosas de primera marca, además de incrementos de entre el 2 y el 3% en artículos de limpieza e higiene personal. 

Savore agregó que en el medio hay rumores de nuevas subas de las empresas Mondelez y Arcor, que serían de entre el 4% y el 9%

En Rosario, los almaceneros aseguran que los aumentos ya llegaron. La versión indica que Mondelez ajustó sus productos del 7% al 9%; Unilever y Terrabusi, un 8%; SC Johnson, un 7%; Softys, un 7%; AGD y Molino Cañuelas, un 5%; Arcor entre el 3% y el 5%; La Serenísima, el 4%; y Danone, el 3,5%. Los precios de los cigarrillos en esa ciudad promediaron un aumento del 8%. 

El consejo de resistir las nuevas listas es objeto de debate entre los comercios de cercanía, que a diferencia de los supermercados e hipermercados, tienen poca espalda para negociar con los proveedores y mucha menos capacidad de stockeo. 

El referente del Centro de Almaceneros y Comerciantes Minoristas de Córdoba, Germán Romero, señaló que “no avalamos para nada los aumentos de los proveedores, pero el 93% de los comercios chicos no tiene stock para aguantar sin comprar”. 

Los cordobeses analizan por estas horas los aumentos que llegaron y los que se esperan para el resto de la semana. Mientras tanto remarcan que “no estamos en condiciones de suprimir la compra. La mayoría de los comercios son pequeñas unidades, para hacer algo así hay que tener otra dimensión”, concluyó. 

El último Informe Económico y Social del Instituto de Estadística y Tendencias Sociales y Económicas (IETSE) que realizó la central de almaceneros de esa provincia con datos de julio arrojó un cruce de un piso histórico de inflación y una caída igualmente paradigmática del consumo

En los siete meses iniciales del año la contracción de las ventas fue del 19% en medio de indicadores sociales críticos

Entre esos indicadores, el 57,8% de los hogares cordobeses confirmó que no accedió satisfactoriamente a la canasta básica alimentaria y el 72,5% de los que sí accedieron lo hicieron gracias a la ayuda del Estado a través de la AUH y la Tarjeta Alimentar. 

Además, el 50,1% de los hogares debió suspender al menos una comida diaria; el 30,7% tuvo al menos un miembro que pasó hambre por falta de recursos económicos; el 20% se quedó sin alimentos al menos un día del mes; y el 88,9% tuvo que financiar la compra de alimentos, la mayoría con tarjetas de crédito. 

En ese marco, solo el 14% de los hogares cordobeses apreció una mejora de su calidad de vida respecto a julio de 2024 y el 78% proyecta que su situación no cambiará para fin de año. 

Pese al impacto de la situación en el acceso a los alimentos, los encuestados por el IETSE destacaron la política del gobierno destinada a contener la inflación, si bien en el último informe emergieron críticas al ajuste y a la caída del poder adquisitivo del salario.