el Banco Central emite otra serie de bonos en dólares


La Argentina de Milei, Caputo y Sturzenegger vuelve a tomar deuda. El Banco Central lanzará al mercado este miércoles una nueva serie de su bono en dólares, que apunta a postergar la entrega de las divisas que las empresas demandan para pagar deudas comerciales. La serie 4 de los Bopreal (Bono para la Reconstrucción de una Argentina Libre) tendrá un tope máximo de U$S 3000 millones. Los títulos pagarán un interés de 3% anual en dólares, a liquidar semestralmente, y vencerán en octubre de 2028.

En una búsqueda de darle mayor interés a los inversores y garantizar su liquidez, el gobierno autorizó que los títulos se utilicen para pagar impuestos, compromisos aduaneros y deudas fiscales. El decreto 384/25, publicado este martes en el Boletín Oficial, dio el marco legal a la iniciativa aunque se fijaron algunos límites: no podrán usarse para abonar aportes y contribuciones patronales, el impuesto al cheque, cuotas para ART y seguros de vida, entre las restricciones más importantes.

Esto fue acompañado este miércoles con la publicación de dos normas de la Agencia de Recaudación y Control Aduanero (ARCA) con los criterios de valorización de los Bopreal para el pago de los impuestos.

Esa aplicación de los bonos sólo podrá aprovecharse en una ventana de tiempo que se abre a partir del 30 de abril de 2028, hasta agotar un cupo de U$S 1000 millones. El uso de la opción servirá también como una suerte de rescate anticipado de los títulos, que vencerán seis meses después.

Los Bopreal nacieron en los primeros meses de la era de Javier Milei. El propósito era colocarlo entre importadores que tenían deudas pendientes con sus proveedores del exterior y empresas que no podían girar dividendos a sus casas matrices por el cepo cambiario. A lo largo de 2024 se emitieron tres series de ese título, por el equivalente a U$S 10.000 millones.

En la entidad que dirige Santiago Bausili se entusiasman por la absorción monetaria que implica la emisión de ese título, ya que reduce la liquidez interna, secando la plaza y limitando presiones sobre los precios, en cumplimiento del mantra libertario de que “la inflación es siempre y en todo momento un fenómeno monetario”. En las últimas semanas, los Bopreal también sirvieron como garantía para que el BCRA tomara un préstamo de U$S 2000 millones para fortalecer sus reservas internacionales. La contrapartida es el endeudamiento de la entidad, que en los próximos tres años deberá poner U$S 13.000 millones a disposición de los tenedores de esos instrumentos.

Sigue el festival de deuda: el Banco Central emite otra serie de bonos en dólares
Santiago Bausili, titular del BCRA (der.) junto con el ministro Luis Caputo. Ambos son partidarios de secar la economía de pesos.

Todos esos matices dejan en segundo plano el sentido original de los bonos, que buscaban reducir la deuda comercial que los importadores habían contraído en las épocas finales del gobierno del Frente de Todos, cuando la escasez de divisas había alcanzado niveles críticos. En ese sentido, el éxito de los Bopreal es relativo.

Según un informe de la sociedad de bolsa PPI (Portfolio Personal Inversiones), “la deuda de los importadores cayó desde un récord de U$S 58.800 millones a fines de marzo 2024, previo a que se emitieran todas las series de Bopreal, a U$S 53.648 millones a diciembre 2024 (último dato oficial disponible)”. También señala que “pese a este recorte, el stock de deuda comercial saltó alrededor de U$S 25.500 millones desde diciembre de 2021”. Con esos números, el objetivo genuino de los bonos parece estar lejos de ser alcanzado.