Milena corre por la playa Bristol escuchando el estruendo salado de la planicie oceánica. El corazón de la pibita late cada vez más fuerte mientras se acerca al milagro marino. Cuando alcanza la orilla, el manso Atlántico es un cielo líquido que le salpica los pies. Entonces, mira de frente a la inmensidad. El dios de las aguas le moja los ojos. Esta mañana, en la postrimería de un invierno que no quiere retirarse, Milena conoció el mar.
Y no es la única que hace realidad el sueño de aguas saladas en las playas de Mar del Plata. Son más de 30 pibas y pibes que recorrieron los 468 kilómetros que separan sus humildes barriadas en Luján de las costas majestuosas de La Feliz. Dibujan corazones en la arena para declararle su amor a primera vista a la mar.
–¿Qué sentís, Milena, al tenerlo adelante tuyo?
–Me gusta estar con mis compañeros en la playa y conocerlo. Es re grande, con mucha agua, como montañas de agua salada. Es demasiado bello el mar.

Mar para todos
No fue magia. Tampoco la mano invisible del mercado puso su granito de arena. Los chicos llegaron a Mar del Plata gracias a las políticas públicas. El Gobierno de la Provincia de Buenos Aires lanzó la propuesta Conociendo el Mar que funciona desde el pasado mes de julio por el trabajo del Ministerio de Producción, Ciencia e Innovación Tecnológica bonaerense, a través de la Subsecretaría de Turismo. Es una iniciativa de turismo social que convoca a conocer la playa y también a visitar atractivos culturales y educativos marplatenses.
La acción está orientada a jóvenes, niños y niñas de escuelas públicas, personas adultas mayores y en situación de discapacidad y vulnerabilidad de diferentes municipios. Una propuesta que integra turismo, educación y recreación con sede en La Feliz.
“Ciudad ícono del turismo social en Argentina, Mar del Plata es el destino en el que muchas personas, principalmente los trabajadores, pudieron acceder por primera vez al descanso en familia y conocieron el mar. El derecho a las vacaciones pagas es un hito fundamental en nuestra historia reciente. Por eso, acá mismo, donde se está entregando (en referencia a la idea de Nación de vender los predios) el Complejo de Chapadmalal, el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires lleva adelante esta política pública para quienes más la necesitan”, enfatiza Soledad Martínez, subsecretaria de Turismo bonaerense.
🔴 El fin de los complejos turísticos Chapadmalal y Embalse: el Gobierno entregará los inmuebles por considerarlos «innecesarios».
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— Tiempo Argentino (@tiempoarg) April 3, 2025

Derechos y turismo social
Se desarrolla durante la temporada baja, promoviendo el movimiento turístico en la provincia todo el año. Es parte de la agenda de políticas de turismo social que lleva adelante la cartera productiva provincial que conduce el ministro Augusto Costa. Y se suma a la exitosa experiencia de Conociendo Nuestra Capital: una excursión de día completo por La Plata, para conocer los atractivos más emblemáticos de la ciudad de las diagonales.
Con la incorporación de Conociendo el Mar, el organismo busca ampliar el alcance territorial de las acciones de turismo social, acercando las propuestas a la población bonaerense.

Desde el inicio de la gestión del gobernador Axel Kicillof, alrededor de 2500 personas participaron de las iniciativas. En sólo tres meses de 2025 accedieron cerca de 500 bonaerenses, de localidades como San Andrés de Giles, Avellaneda, General Paz, Almirante Brown, Luján, Berisso, General Lavalle, Navarro, 9 de Julio, Alberti, Pila, General Guido, Luján y Marcos Paz.
Detalla la subsecretaria Martínez: “Las políticas públicas que planificamos para el turismo social desde la administración provincial, con nuestro gobernador Kicillof, son ejemplo en Latinoamérica. Estamos convencidos de que garantizar el acceso a conocer el mar y también nuestra ciudad capital es un derecho indiscutible para quienes de otra manera nunca podrían viajar a los lugares. El turismo también es inclusión y en la Provincia es nuestro principal objetivo. Turismo todo el año en los 135 municipios y para todas las personas”.
Playa, teatro y museo
Después de hundir las patas en la inmensa fuente de agua oceánica y de retratarse junto a los eternos lobos marinos de piedra forjados por los artistas José Fioravanti y Janez Anton Gruden, los pibes visitan las salas del Teatro Auditorium, una de las perlas de la rambla marplatense.
Betina González los acompaña en la aventura costera. La señora trabaja en la Dirección de Niñez de la municipalidad lujanera, coordina cuatro juegotecas en barrios populares de la ciudad del lejano oeste: “Para los chicos es una oportunidad única que no les pueden dar sus familias, la primera vez que se encuentran con la belleza de la naturaleza hecha mar. También con una ciudad tan linda como Mardel. Mirá las caritas de sorpresa, de alegría, de emoción. No tiene precio”.

La deriva por el teatro incluye repasar su historia, conocer las salas del centro provincial de las artes y disfrutar sobre las tablas de la colosal sala Ástor Piazzolla. Pasean por una muestra de fotos y conocen otros tesoros históricos. Luego, los peques bailan sobre el escenario como estrellas de la alta temporada teatral.
Una dosis de arte contemporáneo suma el Museo del MAR a la excursión. Los pibes se asombran en los salones del edificio de aires minimalistas. También frente a la escultura del lobo marino de 11 metros de alto construido por Marta Minujín. El gordo plateado hecho de 50 mil envases de alfajores Havanna inflados con aire. Arte, arte, arte.
Otra vez el mar
Como en el título de la novela de Reinaldo Arenas, los pequeños agasajados piden otra visita a las playas del centro. Pero primero hay un paseo que incluye el boulevard marítimo hasta el faro, Punta Mogotes y el puerto de la ciudad.
La guía Ayelén conoce la ciudad como la palma de su mano. También el mar: sabe si está enojado, cuándo cambia de colores y de ánimo. Después de narrar mil y una historias de La Feliz en el viaje en micro, resalta la importancia del turismo social. “Este es un proyecto maravilloso, da derechos en esta época en que la bajada del gobierno nacional es sacarlos. Hace poco nos cerraron Chapa y nos dolió en el corazón. Por eso es fundamental mantener este tipo de políticas inclusivas”, dice Aye, al tiempo que los chicos saludan a los lobitos marinos de carne y hueso, con el telón de fondo de los amarillos barquitos pesqueros, íconos de los laburantes del puerto y más allá.
Esta historia termina pegadita a la costa. Hay un picado, caminatas por la escollara y más corazones dibujados en la Bristol por los chicos de Luján. Caracoles, granitos de arena y botellitas con agua salada se llevan en sus mochilas al dejar La Feliz. Souvenirs de su primera visita a la playa. Pero también de un derecho de los sectores populares: conocer el mar. «

El vaciamiento de Chapadmalal
Mientras cientos de niñas, niños, personas mayores y con discapacidad disfrutan por primera vez de la belleza marina en Mar del Plata, a pocos kilómetros, la meca del turismo social está languideciendo.
Meses atrás se conoció una carta del titular de Turismo, Deportes y Ambientes, Daniel Scioli, dirigida al presidente de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE), Nicolás Pakgojz, en la que el exgobernador peronista y hoy ferviente defensor del mileísmo le entrega los predios de los complejos de Chapadmalal y Embalse por considerarlos «innecesarios». La AABE, ahora, entonces puede venderlos.
Chapadmalal fue creado durante el primer peronismo con el objetivo de impulsar el turismo social para los sectores que más lo necesitan. El gobierno de Alberto Fernández los puso en valor, tras el desmantelamiento del macrismo, y ahora nuevamente con la gestión de La Libertad Avanza vuelven al olvido, con el peligro de extinguirse definitivamente en caso de que prosperen sus ventas. Un negocio ideal para privados que no tuvieron que poner plata en su renovación (la hizo el Estado en el gobierno anterior) y que contarán con una zona e infraestructura predilecta para intenciones inmobiliarias y turísticas.
“Lo que ocurre con las Unidades Turísticas –además de ser una gran pérdida patrimonial, histórica y social– es similar a lo que ocurre con discapacidad, donde se refleja la crueldad de la motosierra de la gestión nacional que arrasa con los derechos de miles de bonaerenses y argentinos que podían tomarse días de descanso en el lugar sin tipo de reparos”, afirma Soledad Martínez, subsecretaria de Turismo bonaerense.

Conociendo nuestra Capital
La iniciativa Conociendo el Mar se incorpora a la agenda de políticas de turismo social bonaerense, por las que ya pasaron más de 2500 personas beneficiadas de los municipios de toda la provincia.
La flamante propuesta tiene un antecedente exitoso: se trata de Conociendo Nuestra Capital. Está apuntado justamente a quienes nunca tuvieron la posibilidad de estar en La Plata.
Entre los lugares recorridos en la ciudad de las diagonales se encuentran la Catedral, Casco Urbano, Cámara de Diputados, Museo de Ciencias Naturales, Casa de Gobierno, entre otros.
Contacto
La iniciativa está destinada a alumnas/os de escuelas públicas, personas mayores y con discapacidad. Para participar en Conociendo el Mar o Conociendo Nuestra Capital, los grupos se deberán inscribir a través de los referentes locales de turismo. Para más info pueden comunicarse por mail a [email protected].