Largas filas y demoras de hasta seis horas para rehacer los pasaportes fallados


La improvisación, mientras desmantelan el Estado, no para. Este miércoles, las sedes del Registro Nacional de las Personas (RENAPER) del aeropuerto internacional de Ezeiza, Aeroparque y Buquebús colapsaron ante la llegada de cientos de personas que buscaban saber si su pasaporte era válido y, en caso contrario, rehacer el trámite. Las demoras superaron las seis horas. El gobierno informó que se trataría de una partida de unos 6.000 documentos, pero podrían llegar a ser más de 200.000. Lo cierto es que hay que controlarlos uno por uno.

Tal como indicó Tiempo el fin de semana, el Gobierno envió una carta a fines de agosto al Consulado en San Pablo, Brasil, en donde se informaba que el RENAPER emitió unos 6.000 pasaportes defectuosos Serie AAL 314778 hasta AAL346228, Serie AAL 40000 hasta AAL607599, y Serie AAL 616000 hasta AAL620088. 

“Según fuentes confiables ayer se re imprimieron 300 pasaportes por la falla en la tinta con que se imprimen las libretas. El gobierno DEBE retirar los 235.000 pasaportes potencialmente fallados y reemplazarlos con urgencia. La inoperancia es TOTAL. La desregulación boba es carísima para todos!”, posteó en su perfil de X, el diputado nacional Esteban Paulón.

El legislador santafesino insistió: “Me reuní con representantes de la Casa de la Moneda y de ATE. Compartimos la enorme preocupación por el escándalo de los pasaportes defectuosos, que afecta a miles de argentinos y argentinas. Exigimos respuestas claras y transparencia: la ciudadanía no puede pagar por la ineptitud de este gobierno”.

El martes, el RENAPER informó que puso a disposición de las personas que sacaron en los últimos días el pasaporte la línea de Whastapp (+54 9 11 5126-1789) para despejar algunas dudas. El gobierno aseguró que el problema surgió con la tinta utilizada provista por una empresa proveedora alemán.

La cuestión es que los damnificados deben trasladarse a estos tres sitios, los únicos habilitados por el RENAPER, donde se encuentran los escáners para chequear los pasaportes. Según trascendió, la gente llegaba a estos lugares, les tomaban los documentos y luego les avisaban si podían ser leídos por el lector o no. Si no había ningún problema, la persona podía irse sin más. Si se detectaba que se trataba de un pasaporte defectuoso, tenían la opción de rehacer el trámite en el lugar.

Hacer de nuevo el procedimiento podía demorar hasta seis horas. Entonces, las autoridades daban la alternativa de poder iniciar el trámite allí, y retirar el pasaporte otro día para dar lugar a quienes tenían que viajar.