Sin filtros, Ángel de Brito acusó a María Belén Ludeña de plagio ESPECTÁCULO El Intransigente


La llegada del nuevo ciclo de María Belén Ludueña generó más escándalo que expectativa cuando Ángel de Brito salió al aire para criticar y comparar la escenografía del programa. Según el conductor, el set no solo carecía de originalidad, sino que aparentaba una copia demasiado evidente de otro ciclo que ya está instalado.

De Brito no se guardó nada: en pleno programa en LAM (América TV) pidió visualizar los planos del estudio y analizó cada detalle con sarcasmo y contundencia. “Las plantas… mmm”, ironizó al mismo tiempo que señalaba la presencia de un arbolito rosa que, según él, “era de otro programa que conduce Vero Lozano”. De ese modo, convirtió el estreno del espacio de María Belén Ludueña en tema de debate más allá del contenido.

Además, los panelistas acompañaron el embate: afirmaron que la escenografía parecía “de bajo presupuesto” y destacaron que un programa nuevo debe tener una identidad fuerte para no perderse en la repetición. Mientras tanto, la acusación de plagio quedó plantada: “Vean las similitudes, qué pasó acá…”, insistieron al aire, transformando la cuestión técnica de un set en un juicio televisivo.

La periodista María Belén Ludueña, quien hace poco anunció su embarazo, todavía no respondió públicamente a las críticas de Ángel de Brito, pero el revuelo ya quedó instalado. Su estreno pasó de ser noticia por la conductora o los temas del ciclo, a ser señalado por su ambientación y estilo. En el mundo del espectáculo, eso no es un detalle menor: una puesta en escena cuestionada puede condicionar la recepción del público.

A su modo, el episodio también plantea preguntas sobre los ciclos nuevos en televisión: ¿Cuánto influye la decoración en la credibilidad de un programa? En este caso, la acusación de “robo”, “plagio” o “imitación” comenzó a pesar más que los protagonistas invitados o el contenido anunciado.

En definitiva, el estreno del programa de María Belén Ludueña quedó marcado por una crítica feroz más que por su propia puesta en marcha. Y mientras la conductora prepara sus próximos pasos, la acusación de falta de originalidad le deja una etiqueta incómoda: la de haber pasado más por el ojo del huracán que por la ventana del estreno.