caen hasta profesionales y estudiantes


No se sabe su nombre, apenas que tenía unos 55 años y que alguien, a las 8:45 de la mañana del 12 de junio pasado, denunció que lo encontraron ya muerto. Quizás falleció durante la noche previa, mientras dormía a la intemperie en la calle y con bajas temperaturas en la puerta del Hospital Fernández, ubicado en el barrio de Palermo de la ciudad más rica del país, Buenos Aires.

Según el pedido de informes elevado por el despacho de la legisladora de CABA, Berenice Iañez (UP), el Ministerio de Desarrollo Humano y Hábitat detalló a la Legislatura que durante 2024 se registraron once muertes de personas que vivían en la calle. Sólo dos habían sido asistidas, alguna vez, por el gobierno porteño y sólo una había cobrado el subsidio habitacional entre mayo y agosto de 2021. Nadie sabe por qué no lo cobró más. Este domingo se espera una mínima de 3 grados, el lunes de 1. La calle no es un lugar para vivir –en invierno es fatal–, pero cada vez son más.

caen hasta profesionales y estudiantes

La cantidad de personas relevadas por el gobierno a noviembre de 2024 era de 4049, un incremento de un 55% en los últimos dos años. Las organizaciones sociales dicen que el número no es real (por ejemplo, censan una sola vez, en horas con menos presencia, y se sabe que las personas en situación de calle suelen moverse) y por eso realizan un censo popular paralelo al oficial que dura mínimo tres días. El jueves arrancaron el de 2025. El último dato del Relevamiento Nacional de Personas en Situación de Calle de diciembre de 2023 informó 8028.

El Tercer Censo Popular de Personas en Situación de Calle «es una herramienta estadística y una acción política desarrollada de manera colectiva para visibilizar a quienes el Estado decide criminalizar», apuntaron desde las organizaciones.

Y añadieron: «Exigimos presupuesto acorde, políticas públicas efectivas y respeto por los derechos humanos de quienes hoy no tienen un techo. La calle no es un lugar para vivir y tampoco para morir».

En los Centros de Inclusión Social ya no hay más vacantes

Durante el primer cuatrimestre de 2025, diversas organizaciones realizaron un relevamiento de personas que viven en la calle en la comuna 1 que incluye los barrios de Monserrat, San Nicolás, San Telmo, Puerto Madero, Retiro y Constitución. Es la zona con más personas en esta situación. Las organizaciones contabilizaron 1483, ninguna de las cuales duerme en los Centros de Inclusión Social (CIS) del gobierno, antes llamados paradores.

“Hay una brecha muy grande entre lo que nosotros relevamos. Visitamos a unas 1200 personas por semana, recorremos los distintos barrios y vemos que el número se incrementó mucho”, advierte a Tiempo Mónica De Russis, de la organización Amigos en el Camino, que asiste y entrega viandas a esta población.

“Tuvimos que acortar algunos circuitos con mucho dolor porque no tenemos la estructura ni los ingresos. Nos alarma el número de personas en riesgo de estar en situación de calle. Vienen los que están en los hoteles, que ya lograron salir de la calle e incluso gente con casa propia y trabajo, profesionales, a los que ya no les alcanza para comer”, alerta. En esas recorridas, acercan el tupper: “con mucha vergüenza nos piden perdón y de repente, teníamos programadas quizás 20 paradas pero en la 16 se nos acabó la comida y ya no llegamos, nos desborda”.

Según informó el gobierno porteño a la Legislatura, existen 47 CIS con un total de 3749 plazas, lo cual incluye no sólo los oficiales sino también los de gestión asociada con organizaciones sociales. Igual muchas personas se niegan a dormir allí. “Algunos nos dicen que prefieren estar tranquilos en una esquina y no entrar en lugares donde a veces hay violencia, les roban sus pertenencias, se los separa de sus parejas o no pueden llevar a su familia de cuatro patas. Pero la realidad, ahora con este frío, es que hay muchas personas que quieren ingresar pero no hay vacantes”, denuncia.

Las políticas de Ciudad para la problemática incluyen el Programa Red de Atención (antes BAP) con la línea 108, los CIS y el subsidio habitacional del decreto 690. “Nos hemos reunido con la directora de Red de Atención que está al frente de todos los programas. Le planteamos que no hay vacantes. Nosotros mismos, cuando llamamos, nos quedamos esperando”, expresa.

Mónica, de 60 años y 16 trabajando con personas de la calle, ya viene advirtiendo una escena que antes no se apreciaba: “Empezamos a ver profesionales, estudiantes y gente formada que pasa la noche en la calle. Personas que uno no relaciona con el estereotipo del roto o el linyera. Veo gente preparada. Estamos ayudando a un estudiante de farmacia y a un técnico óptico. Se les rompió su red de contención primaria”. Muchos adultos mayores y muchos con problemas de salud mental. Dos síntomas de la Argentina de la Libertad que Avanza excluyendo.

Llegó el frío invernal y cada vez más personas viven en la calle: caen hasta profesionales y estudiantes

Enfoque punitivista

La Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia (ACIJ), el Cels y el Ministerio de la Defensa publicaron un informe en abril sobre las políticas implementadas en el tema por la gestión de Jorge Macri. “Por un lado, hay un enfoque punitivista y criminalizador de la situación de estar en calle con el paradigma de orden y limpieza, se dio una campaña comunicacional sobre el uso del espacio público y el corrimiento de las personas de situación de calle de ese espacio”, dice a Tiempo Catalina Marino de ACIJ. El Gobierno de la Ciudad le agrega un discurso de desentendimiento, justificando en que «la mayoría son de Provincia», aunque en rigor de verdad se trata de personas nacidas en territorio bonaerense pero que ya hace años viven en CABA.

Por otra parte, Marino afirma que si bien se produjo un aumento presupuestario en los centros, «no dejan de ser dispositivos de emergencia. El gran problema es que no existe un abordaje que permita la superación efectiva de la situación de calle en la medida en la que hay pocas herramientas para los egresos positivos, hay menos incentivos. Es muy difícil mantener un alquiler y el subsidio habitacional no tiene mecanismo de actualización. No alcanza para alquilar una pieza en un hotel o un conventillo. Hace falta una política pública integral y con una perspectiva a largo plazo sin importar si vienen del Área Metropolitana o de la Ciudad”.  «