Este 18 de diciembre, el conjunto de los trabajadores ocupados, desocupados y jubilados tenemos una importante cita en las calles para repudiar fuertemente la Reforma Laboral esclavista de Milei.
Porque es un ataque directo a nuestras condiciones de vida y representa un retroceso en materia de derechos conquistados. Vienen por las indemnizaciones inventando una “industria del juicio”, por las vacaciones que se negociarán con la patronal en un supuesto pie de igualdad, contra los convenios colectivos de trabajo, etc.
Sin embargo, con una sola acción y además, sin estar enmarcada en un paro nacional convocado desde las centrales, no parece ser suficiente para frenar semejante ataque. Muchas de las medidas que aparecen en esta nueva reforma ya se empezaron a ver con la aplicación de la ley bases, votada por legisladores tanto del PRO, UCR y el PJ. Los cierres de fábricas y de empresas en el país se cobraron más de 270 mil puestos de trabajo sin ningún costo para las patronales. Eso sin contar los despidos de trabajadores informales. Un sector que de por sí ya no contaba con muchos de los derechos que hoy están intentando desaparecer pero que seguramente estarán en peores condiciones para que podamos ganarlos. Como ya ocurrió, la flexibilización, sumada a la apertura de importaciones y próximamente la liberación del dólar, solo va a significar más despidos y hambre para el pueblo trabajador. Irónicamente, a pocos días de cumplirse 24 años del Argentinazo.
Los sindicatos combativos ya habíamos resuelto una movilización previendo la presentación en el Congreso del proyecto de Ley del Gobierno. Así lo votamos en las asambleas de AGD UBA. Poco después y luego de que el “diálogo” entre la CGT y el gobierno se empantanara, decidieron salir a la calle también. Desde ya, ahí estaremos, como parte de la clase obrera, con una columna independiente para levantar los reclamos en defensa del derecho a huelga, de los convenios colectivos de trabajo, de la democracia sindical, por aumento de salarios y jubilaciones, por paritarias libres, ningún despido, basta de persecución a quienes luchan.
Es posible derrotar a este gobierno y todo el paquete de leyes contra el pueblo trabajador. Así lo han demostrado los compañeros del Garrahan que arrancaron un aumento del 61%. Por eso es que son objeto de sumarios pero también por eso el apoyo y la solidaridad con tamaña gesta, tiene que estar en primer plano. Así lo demostramos en las calles por las leyes de financiamiento universitario, emergencia pediátrica y en discapacidad que Milei se niega a implementar y ahora pretende derogar como parte de la ley de Presupuesto 2026.
La organización y la lucha colectiva tienen una gran potencia.Para ganar, necesitamos un paro activo nacional de la CGT y la CTA y poner en pie un plan de lucha hasta derrotar todo el plan de Milei, Trump y el FMI.
