Maximiliano Hilarza, víctima del excura Justo José Ilarraz sobreseído por la Corte Suprema tras su condena por abusos, señaló que “es muy llamativo. En cierta manera esperaba” que se produjera la decisión. “Durante 5 años el expediente se fue moviendo. En 2018 se lo condenó a 25 años de prisión en Paraná, con una tobillera electrónica», dijo.
En diálogo con AM 530, explicó que «la Suprema Corte de Justicia no le dio la razón a Ilarraz. Lo que dicen es que la acción está prescripta». Y agregó: «El tipo ahora anda libre. La Corte dice por un tecnicismo que no entra en los delitos de lesa humanidad».
Impuniad: las víctimas de Ilarraz
«Yo creo que no pagó por sus delitos. Entre el año 85 hasta el 91 fueron más de 70 chicos que este hombre abusó, de los cuales siete nos animamos a hacer la denuncia. Hay muchachos que están muy afectados con esto. Ha hecho aberraciones con chicos menores de edad, de 12 o 13 años», recapituló. «Había 100 chicos durmiendo todos juntos. Se abusaba aprovechando que estaba a cargo de un sector de menores. Se metió en las casas, en los hogares, manipuló», reflejó
«La Iglesia de Paraná siempre encubrió todos estos casos», refirió en diálogo con Roberto Caballero y equipo de Caballero de Día.
«La Justicia canónica inició la investigación en el año 91. A Ilarraz luego lo mandaron a Roma y después a Córdoba. Nunca se supo nada. También lo trasladaron a Tucumán. En el año 2013, me llaman para una nueva investigación canónica en Santa Fe. Hace uno o dos años, el Papa Francisco le terminó sacando el Estado clerical. El Vaticano lo encontró culpable de abuso sexual y la Justicia de Entre Ríos también lo condenó. E increíblemente ahora la Justicia lo deja libre», relató a modo de cronología
«Sacarle el estado clerical y que deje de ser cura fue una lucha de más de 30 años», afirmó Hilarza. «El fallo de la Corte es displicente y poco empático. Yo fui abusado a los 13 años por Ilarraz y hasta los 26 lo tuve en mi casa. La Corte pregunta por qué no denunciamos antes. Eran otros tiempos. La Sociedad estaba más cerrada. Aparte la vergüenza y la culpa que se siente. Era muy difícil denunciar», concluyó en la comunicación radial.