“Hay que ponerle un freno a esto, porque si avanzan sientan un precedente peligrosísimo para otras áreas protegidas en términos de deuda externa, más allá de que alguien pueda pensar que sería mejor que lo maneje Provincia, y no Nación”. Al borde de los 70 años, el ingeniero agrónomo Atilio Palacios sigue activo y encara la enésima lucha por el ambiente.
Las circunstancias lo sacaron otra vez a la cancha; de seguro ya pensando más en el retiro que en otra cosa, luego de su reciente paso por la Dirección de Ambiente de Agua de Oro, fue uno de los referentes que este sábado 5 salió a marchar contra un proyecto del gobernador Martín Llaryora que asfalta un camino en campos de La Perla. Sin más, un avance sobre el ambiente y la Memoria.

Ambiente y memoria
Ahora Palacios habla ante centenas de manifestantes que se congregaron en el Parque Icardi de La Calera, para adentrarse en la actual Reserva Natural de la Defensa en plan de caminata interpretativa y de reconocimiento de flora y fauna. Serán poco menos de tres kilómetros compartidos por personas de todas las edades, desde adultos mayores como Atilio a niños de la más tierna edad.
En todos campea la conciencia del cuidado de la casa común: porque si para el cordobesismo asfaltar el camino E64 es progreso, para el colectivo de militantes ambientales, vecinos y vecinas y referentes de Derechos Humanos presentes este sábado 5 es un atropello inaceptable, un “pechazo” sobre la memoria del territorio.
El campo en disputa son 14 mil hectáreas de monte nativo pertenecientes al Ejército; el mismo predio en el que se asienta el ex centro clandestino y actual sitio de memoria La Perla, que desde hace 15 años reserva natural de la defensa La Calera. El esquema de reservas naturales de la defensa prevé la cogestión de áreas protegidas, a través de un comité integrado por autoridades de la fuerza armada propietaria del inmueble y parques nacionales, con participación de la sociedad civil.
En su momento, ese estatus de reserva natural fue clave para evitar la privatización de un campo muy apetecido por el “desarrollismo” local, en una zona del Gran Córdoba en la que los barrios cerrados florecen como hongos luego de una lluvia. Pero con el correr de los años, ese interés del “progreso” no menguó, más bien se tornó incisivo al tiempo que fueron cada vez más recurrentes los incendios, él último de los cuales llegó hasta el mismo perímetro del sitio de memoria.
La novedad es el anuncio oficial de asfaltar el camino que enlaza las localidades de Malagueño y La Calera y que no sólo impactaría en la flora y fauna del lugar, sino que supondría una intervención sobre puntos de interés marcados en la búsqueda de fosas comunes con restos de desaparecidos, en el marco de una causa por delitos de lesa humanidad conocida como “Enterramientos”.

De eso se habló en la caminata desde el parque hasta la zona conocida como “Quebrada de la Cancha”, un llano en el que el Ejército suele hacer prácticas de tiro y donde en condiciones de sequedad extrema, como las que registra la provincia por estas fechas, el riesgo de incendio y por ende de devastación ambiental es altísimo.
Guadalupe Samoluk, trabajadora del área de Investigación del sitio de Memoria, contó a los presentes qué implicaron los últimos incendios, qué hipótesis de búsqueda de desaparecidos existen en el predio y qué importancia tiene ese camino, en tanto era el que usaban los camiones del Ejército para trasladar a los secuestrados hasta lo que en la jerga genocida se denominaba “destino final”.
Otras voces estuvieron dadas por referentes de la lucha contra la extracción de un quebracho tricentenario; militantes del sitio de memoria Refugio Libertad e integrantes de los grupos convocantes: Vecinas/os por la Reserva Natural de la Defensa La Calera; Asociación Huella Sostenible La Calera-HUESCAL; Grupo Estanzuela Sustentable y Grupo EsCalera.
Mientras los caminantes andaban, un helicóptero sobrevoló la zona a prudente altura. “Nos están monitoreando” bromeó -o no tanto- una referente ecologista sin perder de vista la data ambiental que compartían con los presentes referentes locales de prestigio en la materia.
Otra información que se compartió en la caminata fue un proyecto de resolución elaborado por la diputada nacional Gabriela Estévez, que solicita al Ejecutivo Nacional 11 puntos: estudios de Impacto Ambiental; autorización sobre la Reserva; compatibilidad con Normativa Ambiental; medidas de Mitigación Ambiental; protección del Sitio de Memoria “La Perla”; inventario Cultural y Arqueológico; financiamiento y costo; articulación Nación–Provincia por deuda; Garantías de Conservación en Caso de Transferencia; alternativas analizadas y consulta a la Comunidad y Transparencia.

El punto de la eventual transferencia de Nación a Provincia es clave, en tanto el predio se nombró meses atrás como moneda de cambio de la deuda nacional con Córdoba, en el marco del Régimen de Extinción de Obligaciones. En la Legislatura provincial, la radical Brenda Austin presentó un pedido de informes.
“La declaración de Reserva, hace 15 años, logró que se frene la venta, y hay que recordar que no es un predio chico: estamos hablando de la misma superficie que ocupa la capital provincial” recordó Palacios en la marcha. El ingeniero agrónomo insistió en que “hay que pensar este tema en términos geopolíticos”, en tanto “estas 14 mil hectáreas no están en cualquier lado, sino en un lugar muy importante, entre Carlos Paz, Malagueño, Córdoba y La Calera. Basta ver la cantidad de torres y de countries que están presionando y nos están cercando”.
“Se puede venir la primera megalópolis del interior del país”, concluyó, al tiempo que el referente Juan Spicogna hizo un repaso de las memorias del territorio y destacó la convocatoria, que será la primera de otras.
Facundo Fernández, trabajador de Parques Nacionales, recordó que el campo fue expropiado en el primer peronismo para ser entregado al Ministerio de Defensa y que queda pendiente la elaboración de un plan rector. “La parte de Parques está, falta la del Ejército” precisó, al tiempo que señaló la falta de personal en esa fuerza para desarrollar esa tarea y destacó la tarea del comité de gestión.
“Es necesario plantear una zonificación, que haya zonas para las prácticas militares y zonas de uso público, algo que sería novedoso en el país”, se entusiasmó.