En una charla íntima con Juana Viale en Canal Trece, Julieta Poggio, exintegrante de Gran Hermano por Telefe, habló sobre la intensidad de su paso por el reality y cómo la fama impactó en su vida personal. La joven recordó los momentos más difíciles y cómo los enfrentó con ayuda profesional.
“Me impactó muchísimo, ahí sentí mi primer ataque de pánico, sentía que no podía respirar”, confesó Poggio, describiendo la presión de estar expuesta ante millones de espectadores y el impacto de recibir información acumulada de varios meses de programa.
“Me dieron el celular en el hotel en donde te aíslan y la información de cinco meses en un solo lugar para poder ver todos los clips, ver todo lo bueno y todo lo feo, fue mucho porque yo era re chica, tenía 21 años”, relató, señalando lo abrumador que fue procesar toda la experiencia de golpe.
La modelo también contó cómo esta vivencia la llevó a buscar ayuda profesional: “Fue muy fuerte, fue la primera vez que tuve que empezar terapia, aprender a llevar cosas nuevas para mí como la exposición, el lado b de la fama que a veces no te lo dicen, pero eso trae cosas buenas y cosas difíciles”, afirmó, subrayando que la fama trae oportunidades, pero también responsabilidades emocionales que no siempre se ven desde afuera.
Sin embargo, Julieta recordó que su paso por la casa de Gran Hermano también tuvo momentos de disfrute: “Para mí la casa fue una experiencia muy linda, no me quería ir porque estabas de vacaciones, te levantabas, ibas a la pileta y tu único trabajo es ir a nominar y maquillarte”, dijo con nostalgia, recordando la parte más lúdica y despreocupada del encierro.
Con sus declaraciones, Poggio ofreció un testimonio sincero sobre la fama juvenil y los desafíos psicológicos que conlleva, dejando ver cómo su paso por Telefe fue una experiencia transformadora, llena de aprendizajes y emociones intensas.
