El gobierno de Qatar denunció este lunes que Irán lanzó misiles contra la base aérea de Al Udeid, la más grande de Estados Unidos en la región. En un comunicado oficial, las autoridades calificaron la ofensiva como una “flagrante violación de la soberanía” del país del Golfo y confirmaron que el sistema de defensa logró interceptar los proyectiles sin reportar víctimas.
El portavoz del Ministerio de Exteriores, Majed Al-Ansari, afirmó que el ataque “representa una violación del espacio aéreo de Qatar y del derecho internacional”. Las declaraciones se produjeron horas después de que el Ministerio de Defensa anunciara que las defensas aéreas actuaron de inmediato para proteger la instalación militar.
Washington y Tel Aviv en alerta por las represalias iraníes
Desde Washington, funcionarios de la Casa Blanca confirmaron que monitorean la situación minuto a minuto. Según medios estadounidenses, como Fox News, el ataque incluyó seis misiles, entre ellos misiles balísticos de medio alcance y misiles de crucero. La embajada norteamericana en Qatar recomendó a sus ciudadanos permanecer en sus hogares.
El bombardeo ocurre en represalia por la operación ‘Midnight Hammer’, lanzada el fin de semana por EE.UU. contra instalaciones nucleares en Isfahán, Natanz y Fordow. La tensión creció de forma inmediata y provocó una cadena de advertencias cruzadas en toda la región.
Israel, por su parte, amplió este lunes su ofensiva militar. Atacó el cuartel general de una fuerza iraní en Teherán y la puerta de una prisión conocida por albergar presos políticos. Las autoridades israelíes aseguraron que no buscan derrocar al régimen, pero que seguirán atacando objetivos militares.
Mientras tanto, Irán disparó una nueva andanada de misiles y drones contra territorio israelí, intensificando el fuego cruzado. La violencia mantiene en vilo a la población civil, que enfrenta los peores días desde el inicio del conflicto nuclear.
En medio de esta escalada, el Parlamento iraní pidió el cierre del estrecho de Ormuz, clave para el tránsito petrolero mundial. Aunque la decisión final corresponde al Consejo Supremo de Seguridad Nacional, la medida podría tener consecuencias económicas globales.
El presidente iraní, Masoud Pezeshkian, dejó clara la postura de su gobierno: “No iniciamos esta guerra, pero no dejaremos sin respuesta la invasión del gran Irán”. En Doha, Qatar, que insiste en su neutralidad regional, condenó el uso de su territorio como blanco y reiteró su compromiso con la estabilidad.