El jueves la reunión de mesa chica realizada en la sede de la UOCRA no había podido sellar un acuerdo y la realización del Congreso para elegir a la nueva conducción entró en crisis. Gremios de peso como el de empleados de Comercio cuestionaron la realización misma del Congreso con el propósito, dijeron, de eludir una fractura.
El argumento formal, compartido por el octogenario dirigente gastronómico José Luis Barrionuevo, fue el de garantizar que sea la actual conducción la que atraviese el debate con el gobierno por la nueva reforma laboral que preparan que, dijeron, reúne la experiencia necesaria para hacerlo.

El lunes, sin embargo, la crisis se logró encuadrar porque el propio Armando Cavallieri, que ostenta más de 250 congresales de los 2.186 que corresponden a los 210 sindicatos confederados, aceptó avanzar en la realización del Congreso.
Luego de atravesar algunas negociaciones con referentes de la UOM que postulan volver al modelo del unicato y ausentarse de la celebración del 17 de octubre organizada por el secretario de prensa de la CGT Jorge Sola, habría accedido a acompañar un nuevo triunvirato avalando dos de los candidatos a secretarios generales promovidos por la mesa chica: el mismo Jorge Sola dirigente del sindicato del Seguro y Cristian Jerónimo del sindicato del Vidrio.
De este modo quedó confirmado el cónclave que se llevará adelante el miércoles desde las 9 de la mañana en el estadio de Obras Sanitarias.
Crisis abierta
Sin embargo, la cuadratura del círculo todavía no termina de cerrar y el Congreso podría tener distintos desenlaces que van desde la elección unánime de un triunvirato con aires de renovación, pasando por la compulsa entre hasta tres listas hasta un escenario de fractura.
Es que, además de la resistencia al modelo del triunvirato y la línea dialoguista de la mayoría de parte del bloque auto nominado opositor animado por la UOM y, en forma personal, el titular de la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), Juan Carlos Schmid que podría derivar en una lista opositora o, al menos, en su negativa a integrar el Consejo Directivo en el formato propuesto, se suma la dificultad de elegir al tercer miembro de la conducción.
Es que, para garantizar la unidad, además de los dos candidatos mencionados que reunen cerca de 1.200 congresales y responden a Héctor Daer (Gordos) y a Gerardo Martínez y Andrés Rodríguez (Independientes), resulta necesario elegir un tercer integrante cuando existen al menos tres postulaciones.
Por un lado, la que corresponde al sector liderado por el moyanismo y que podría proponer la continuidad del camionero Octavio Argüello, por el otro el mencionado espacio de José Luis Barrionuevo que estaba representado por el estacionero Carlos Acuña y que, debilitado (reúne poco más de 150 congresales), igual podría forzar una integración bajo amenaza de ruptura o de presentar una lista alternativa. Uno de los dirigentes del polémico sindicato de Carga y Descarga, Gustavo Vila, que avaló un convenio flexibilizado para Mercado Libre es el nombre que suena en este sector. Desde otros espacios cuestionan su política abiertamente pro patronal y, además, coinciden en que «no existe».
Mujeres
Por último, en nombre de la renovación y el creciente protagonismo de dirigentes mujeres, un espacio del que, según sus organizadoras participaron más de 500 dirigentas sindicales, resolvió reclamar la presencia femenina en el triunvirato. Allí descoya la figura de Maia Volcovinsky que, si bien no exhibe experiencia de conducción en su propio gremio, la Unión de Empleados Judiciales de la Nación, sí cuenta con el respaldo “transversal” de otras compañeras de los más variados gremios.

De aquel encuentro, destacan desde el espacio, participaron Héctor Daer, Andrés Rodriguez, José Luis Lingeri, Jorge Sola, Cristian Jerónimo y Julio Piumato que, de esa forma, avalaron esa postulación. La principal apuesta del sector es que, tratándose de una dirigenta que tiene el respaldo de integrantes de más de 100 organizaciones, no puede ser atribuida a espacio alguno. En el sector creen que la presencia de una mujer en el triunvirato servirá para apuntalar un equilibrio entre Gordos e Independientes sin terciar en favor de ninguno de los otros sectores.
Ese equilibrio podría dejar heridos y provocar una posible fractura o una disputa entre varias listas. El límite lo pondrá el escenario político general que, con un gobierno fortalecido en las elecciones, fuerza el planteo de unidad de las organizaciones sindicales.
La incógnita es el posicionamiento de otros gremios del transporte que con cierto poder de fuego y representación, no están encuadrados hoy por hoy con ningúno de los sectores como son La Fraternidad de Omar Maturano y la Union Tranviaria Automotor (UTA) de Roberto Fernández que se encuentran agrupados en la UGATT y, en el caso de este último, enfrentado con el moyanismo y el propio Cristian Jerónimo que, dicen, alentó la ocupación de su sede por parte de sectores opositores.
Contra el dialoguismo
Con todo, el bloque más confrontativo no parece haber dejado atrás su orientación. El mismo Abel Furlán de la UOM señaló en una entrevista en C5N el mismo lunes que la lucha contra la reforma laboral “se resuelve con confrontación, no se resuelve con diálogo” y criticó a quienes “desechan el paro como un instrumento de fuerza y de disputa” asegurando que “no estoy de acuerdo con esa posición”. Es que, insistió, “no descarto el paro como una herramienta de confrontación para lograr una relación de fuerzas que nos permita conseguir los objetivos”.
El equilibrio alcanzado resulta todavía muy precario. Se espera que los resultados se conozcan sobre el mediodía. Si eso no sucede, entonces, es de esperar que la «rosca» haya ingresado en una zona de turbulencia con dificultades para lograr la ansiada “fumata blanca”.