No hay dudas de que Lizy Tagliani es una de las figuras más queridas del ambiente artístico. No solo posee una extensa trayectoria en los medios, sino que además es de las humoristas más talentosas. La gente siempre se encuentra pendiente de lo que sucede en su vida, tanto personal como laboral.
Pero ahora Lizy Tagliani atraviesa uno de los momentos más angustiantes de su vida, y tiene que ver con lo que le hizo Viviana Canosa. La periodista generó un verdadero revuelo en la intimidad de la actriz, a quien denunció en Comodoro Py por supuesta trata de menores. En la denunci también involucró a otras personalidades del ambiente.
En conversación con Desayuno Americano, el ciclo conducido por Pamela David para América TV, Lizy Tagliani rompió el silencio y le pegó duramente a Viviana Canosa. “Seguimos con el proceso judicial. Está instalada la declaración de Viviana, que está en secreto de sumario”, comenzó la humorista, sobre su enfrentamiento judicial.
“Y, por otro lado, la querella que hago yo a ella y a Lucas Bertero, tratando de conseguir las disculpas y la retractación que me merezco. Estoy segura de que nada de todo lo que dijeron es verdad y para mí lo más importante es retractarse y pedir perdón. Es lo único que me importa», continuó de forma contundente Lizy Tagliani.
«Esto tiene que terminar y la única forma que veo posible es con la retractación. No lo quiero yo, lo dice el código, es una necesidad personal, pero también lo dice la ley”, señaló Lizy Tagliani. La humorista también se refirió a la decisión de Adrián Suar de levantar el programa de Viviana Canosa de la grilla de Canal Trece.
“Prefiero dejarlo para lo privado, pero no me gusta que la gente se quede sin trabajo. No forma parte de una disculpa o de una sanación sobre lo que me pasó a mí. Que la gente se quede sin trabajo, eso va por otro carril y no me gusta”, manifestó Lizy Tagliani al respecto.
En cuanto a la posibilidad de una reconciliación, expresó: “Un café no sé, me parece que hay vínculos que se rompen y no hay disculpas que valgan en lo personal, pero públicamente sí. Las necesito y las quiero porque me parece que es una obligación ética y moral. Tienen que saber que me afectó, que el daño es casi irreparable y que retractarse es una gran forma de hacerme un bien y hacerse bien a uno mismo”.
