El regalo del ajuste: la canasta navideña registra un aumento del 27% interanual


La canasta navideña se encareció un 27% respecto al año anterior, con aumentos que castigan especialmente a los alimentos tradicionales. Este dato, surgido de un informe de la consultora Focus Market, expone la crudeza con la que la coyuntura económica golpea los bolsillos, incluso en momentos de celebración. Mientras el gobierno enfatiza sus prioridades macroeconómicas, la realidad cotidiana se mide en el salto del turrón (+38%), la torta española (+47%) o el pan dulce (+44%), evidenciando una inflación que socava el poder adquisitivo y transforma cada compra en un ejercicio de ajuste personal.

El rubo de la decoración no escapó a la tendencia, con incrementos promedio del 12%. Artículos como los pesebres y las guirnaldas treparon por encima del 18%, aunque la mayor apertura comercial en este sector moderó parcialmente los precios. El contraste lo marcan algunos productos, como las coronas navideñas, que bajaron un 17%. Esta disparidad, sin embargo, no logra ocultar el panorama general: el costo total de los productos relevados experimentó un claro ascenso, poniendo de relieve la presión inflacionaria que atraviesa todos los estratos del consumo.

La estrategia de los consumidores refleja un profundo pragmatismo forzado por las circunstancias. Un abrumador 74% prioriza promociones y descuentos, mientras que el financiamiento en cuotas y el uso de tarjetas de crédito se erigen como muletas indispensables para afrontar los gastos. Este comportamiento, lejos de indicar un «mercado más maduro» como sugiere el informe, delata la precariedad de unas finanzas familiares que deben recurrir al crédito y a la cacería de ofertas de último momento para sostener tradiciones básicas.

El regalo del ajuste: la canasta navideña registra un aumento del 27% interanual

La economía navideña

El análisis técnico señala la vulnerabilidad de los productos importados ante el tipo de cambio, un factor de política económica que directamente traslada sus efectos a la mesa de los argentinos. Este mecanismo revela cómo las decisiones de gestión macroeconómica y la asignación de divisas tienen un impacto tangible y severo en la vida cotidiana, priorizando variables abstractas sobre el acceso concreto a bienes esenciales y simbólicos.

En definitiva, el espíritu festivo se negocia hoy entre cuotas, descuentos y pagos diferidos. El discurso oficial sobre el rumbo económico choca contra la evidencia de una Navidad que se encarece a un ritmo vertiginoso, obligando a los ciudadanos a un cálculo exhaustivo para cubrir necesidades básicas de celebración. Lejos de dinamizarse, el consumo festivo se convierte en un termómetro crítico que mide el costo social del plan de ajuste y la consecuente restricción que este impone sobre el ingreso familiar.