El FMI demora la primera revisión del acuerdo con el Gobierno


El Fondo Monetario Internacional (FMI) dejó en claro que no tiene apuro en aprobar la primera revisión del programa de facilidades extendidas pactado para la Argentina. Por el contrario, se tomará algún tiempo para enviar los U$S 2.000 millones que corresponderían al país en caso de superar la auditoría.

“Las discusiones sobre la primera revisión continúan y siguen siendo muy productivas. Una vez se alcance un acuerdo a nivel del staff con las autoridades se procederá a presentar la documentación correspondiente a nuestro directorio para su evaluación. No tengo fecha para una reunión del directorio, no quiero especular”, dijo la vocera del FMI, Julie Kozack, en una conferencia de prensa.

Preocupación del FMI por las reservas argentinas

La funcionaria también dejó en claro que desde el organismo siguen muy de cerca el proceso de acumulación de reservas internacionales por parte del Banco Central. “Los técnicos (del FMI) y las autoridades argentinas tienen un compromiso compartido con el éxito del programa y lo que puedo agregar, por supuesto, es que incluye el reconocimiento compartido de la necesidad de continuar construyendo reservas para protegerse contra posibles riesgos externos. Estamos estrechamente comprometidos con las autoridades argentinas con este tema”, señaló.

Julie Kozack, portavoz del FMI
Julie Kozack, portavoz del FMI.

La cuestión de las reservas es la piedra en el zapato de ambas partes y es también el causante de que en el FMI no estén del todo satisfechos con el compromiso del gobierno argentino. Así como en Washington están contentos con el superávit fiscal y con el cese de la emisión monetaria por parte del Banco Central, que es otra de las consignas del acuerdo, también ponen caras de preocupación cuando se les menciona el colchón de divisas que debería haber obtenido el BCRA.

No sólo porque no lo logró, como se había establecido en el programa, sino porque desde el propio momento de su firma las principales figuras del gobierno dejaron en claro que el tema no les preocupaba demasiado.

En efecto, el presidente Javier Milei dijo que a pesar de la recomendación del Fondo, el Central no compraría dólares hasta el momento en que la cotización llegase al piso de la banda de flotación prefijada ($ 1.000 por unidad), hecho que jamás ocurrió. El ministro Luis Caputo, por su parte, insistió este martes en un evento organizado por la Universidad Austral en que el gobierno no comprará dólares en el mercado abierto para no influir sobre su cotización.

El FMI demora la primera revisión del acuerdo con el Gobierno
En el IAE de la Universidad Autral, Caputo explicó las alternativas para conseguir dólares sin compras del BCRA.

Foto: Ministerio de Economía

Por el contrario, Caputo mencionó otros métodos para acumular divisas: privatizaciones de empresas públicas, venta de activos, concesiones (como las de las hidroeléctricas) y block trade (o bloques de venta, operaciones bilaterales de compra y venta sin pasar por el mercado oficial). “Comprar dólares (por parte del BCRA) no es la única manera de acumular reservas”, es una de las frases que el ministro viene repitiendo en los últimos tiempos.

Ese desdén llevó a que la primera revisión del FMI encontrara que la meta de acumulación de divisas no se cumplió. Los números extraoficiales que se llevó la misión que visitó Buenos Aires hace 10 días señalan que el gobierno quedó unos U$S 4.000 millones por debajo del objetivo, incluso en épocas de alta liquidación de exportaciones de soja y maíz. Por eso se especula con que haya un “waiver” o dispensa por parte del Fondo, única manera de continuar con el programa.

Las negociaciones están en curso, no voy a especular sobre la posibilidad de exenciones o el resultado de las discusiones”, se excusó Kozack para eludir precisiones sobre ese punto. Sin embargo, la funcionaria confirmó que el número 2 del Ministerio de Economía, José Luis Daza, y el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, viajaron a Washington para continuar con las conversaciones, lo que sugiere que la aprobación de la revisión y el nuevo desembolso no serán tan automáticos como se creía.