La jueza de Nueva York Loretta Preska determinó el lunes pasado que el 51% de las acciones de YPF en poder del Estado nacional deben ir a parar a manos del fondo buitre Burford Capital. La decisión tuvo un impacto inmediato en el gobierno nacional, las provincias donde YPF produce petróleo y gas y en el sector empresario.
La administración de Javier Milei ya le avisó a Preska que apelará su sentencia al tiempo que otros fondos buitre le pidieron a la jueza que los incluya en el reparto de las acciones de la petrolera semi estatal.
En tanto, se ha abierto una vía de negociación entre los representantes del gobierno nacional y Burford. El fondo buitre aspira a presentar una propuesta digerible y viable para la Casa Rosada, que incluiría una baja sustancial de la cifra que pretendería cobrar. Mientras que el fallo de Preska ubica ese monto en U$S 16 mil millones, el valor “realista” que Burford estaría dispuesto a cobrar se reduciría a U$S 5000 millones.
Esta maniobra pone de relieve cuál es el verdadero papel del fallo de Preska, que viola al menos dos normas elementales de las relaciones entre Estados: de un lado, la inviolabilidad de los derechos de los Estados y, del otro, la injerencia en los asuntos internos de otro país ya que la entrega de esas acciones solo se puede realizar si el Congreso lo autoriza. En otras palabras, se trataría de un apriete para imponerle a la Argentina la obligación de negociar con los buitres.

“No nos afecta”
La sentencia de Preska puso en cuestión el presente y el futuro de YPF, con una perspectiva en la que se ponen en juego proyectos centrales para la estrategia de colocar a la petrolera en el centro de la escena global (ver página 5).
Por ello, para aventar los temores entre los grandes inversores interesados en financiar esos proyectos, el presidente de YPF, Horacio Marín, salió por primera vez a hablar en público en la noche del viernes.
“La jueza falló a favor de YPF y en contra de la República”, analizó Marín. «Yo soy ejecutivo, empleado de YPF, y Burford hizo un juicio a YPF y al Estado Nacional. La jueza Preska falló a favor de YPF, falló en contra de la República. No puedo opinar», fue la breve referencia que dio Marín en un programa en el canal A24.
Los dichos de Marín son una continuación de lo expresado por la petrolera apenas se conoció el fallo de Preska. En una comunicación enviada a la Comisión Nacional de Valores, indicó que los movimientos accionarios planteados por la jueza estadounidense no tienen que ver con la empresa. “YPF no es parte en ninguno de los procedimientos de entrega arriba referidos”, indicó en esa comunicación.
Respecto de Vaca Muerta, Marín caracterizó al yacimiento neuquino como “el gran motor energético del país”, y proyectó exportaciones por 30 mil millones de dólares anuales para 2030. “El juicio no afecta este camino. Estamos cerrando el financiamiento del nuevo oleoducto, una obra de 3000 millones de dólares que es clave para transportar nuestros recursos”, afirmó.
El 49% de las acciones de YPF «flotan» en las bolsas de Buenos Aires (Merval) y Nueva York (Dow Jones). Algunos fondos de inversión han adquirido cantidades sustanciales de estos títulos, no al nivel de imponer condiciones en el Directorio de la empresa aunque sí con posibilidades de influir y hacer lobby.
Las acciones de YPF que cotizan en Wall Street lo hacen a través de ADRs (American Depositary Receipts), que representan acciones Clase D de la compañía. Estas acciones están en manos de inversores institucionales y minoristas internacionales, y constituyen el llamado free float o flotante bursátil, constituido por aproximadamente 146,8 millones de ADRs de en circulación, representando cerca del 37% de las acciones Clase D emitidas y en circulación. Estos ADRs estaban en manos de 47 titulares registrados.
Entre los principales fondos e instituciones que poseen acciones de YPF en Wall Street se encuentran VR Advisory Services, Mirae Asset Global Investments, Duquesne Family Office LLC y NWI Management LP. Si bien cada uno posee menos del 0,5% del total, sus voces son escuchadas en el mercado y el sistema político de EE UU. Para este grupo, el fallo de Prieska no es una noticia.

Qué hay en juego
YPF es la principal empresa petrolera de la Argentina por su preponderancia en los diversos mercados en los que actúa. Pero su mirada actual está en el desarrollo de Vaca Muerta para apuntar a los mercados del exterior.
Según su informe enviado a la Security and Exchange Commission (SEC, equivalente a la CNV local) con el resultado de 2024, su estrategia “ha evolucionado en los últimos años para priorizar la monetización de nuestros vastos recursos de hidrocarburos no convencionales”. En ese terreno, la firma asegura que ha “alcanzado niveles competitivos de eficiencia tanto en gastos de capital como operativos”, lo que se transforma en un trampolín para “acelerar el desarrollo de nuestros recursos” no convencionales.
Tras observar que el contexto global se caracteriza por mayores dificultades para conseguir la seguridad energética, la firma se ofrece como un proveedor de energía “asequible, confiable y sostenible”. En ese sentido, afirma que “continuaremos enfocando nuestros esfuerzos en nuestro negocio más rentable, la formación Vaca Muerta, dado su nivel de recursos recuperables”.
Ese eje implica la retirada de la petrolera de todo lo otro que no sea Vaca Muerta y el petróleo y gas no convencional, como sucedió recientemente en Santa Cruz, Mendoza y Río Negro.
Al 31 de diciembre de 2024, YPF tenía participación en 111 yacimientos de petróleo y gas en Argentina. Según el IAPG (una organización de lobby del sector petrolero), en 2024, estos activos representaron el 36,1% de la producción total de petróleo crudo y el 28,7% de la producción total de gas natural de Argentina.
Durante 2024, la producción de hidrocarburos de YPF aumentó un 4,4% en comparación con 2023. La producción diaria de petróleo crudo aumentó un 6,0%, la de LGN (liquidos asociados al gas, como el butano y el propano con los cuales luego se elabora el GLP de las garrafas) un 0,4% y la de gas natural un 3,4% en comparación con 2023.
A fines de 2024, el 53% de la producción total de hidrocarburos de YPF era no convencional. «Nuestra producción de hidrocarburos no convencionales continuó aumentando considerablemente durante 2024. La producción diaria de petróleo crudo aumentó un 25,9%, la de LGN un 4,9% y la de gas natural un 18,6% en comparación con 2023», aseguró la firma en su comunicación a la SEC.
Un aspecto muy importante de los activos de YPF es el nivel de reservas que posee, calculadas en 548 millones de barriles de petróleo y 2.688 billones de pies cúbicos (una medida internacional), lo que arroja un total de casi 1100 millones de barriles de petróleo equivalentes.
Esas magnitudes representan cerca del 30% del total de las reservas desarrolladas y no desarrolladas de la Argentina. La diferencia entre unas y otras es que las primeras ya están en camino de transformarse en producción concreta mientras que las segundas están a disposición para futuras explotaciones.
Pero YPF es más que eso. También domina el negocio de la refinación de crudo.
«Somos los refinadores líderes de Argentina, con más del 50% de la capacidad total de refinación del país, a través de nuestras tres refinerías de propiedad absoluta (La Plata, Luján de Cuyo y Plaza Huincul), que tienen una capacidad total de refinación de 123,3 millones de barriles», dice el informe de YPF a la SEC.
La petrolera destaca que esas plantas están estratégicamente ubicadas a lo largo de «nuestros sistemas de oleoductos y distribución de productos refinados. Operamos estas refinerías con altos índices de utilización», agrega.
Además, hay un dato fundamental del negocio refinador y es la cantidad de petróleo propio que es tratado en esas plantas. «En 2024, nuestra producción de petróleo crudo representó el 75,7% del total de petróleo crudo procesado por nuestras refinerías. El resto del petróleo crudo procesado por nuestras refinerías se adquirió a terceros», informa.
Por último, en materia de comercialización de productos refinados, YPF domina el despacho. «Nuestra unidad minorista vende combustibles a las estaciones de servicio minoristas mediante el modelo de consignación. En 2024, nos mantuvimos como el principal minorista de combustibles en Argentina, con el 31,9% de las estaciones de servicio minoristas del país», asegura.
YPF es, además, propietaria de la filial YPF Luz, que invierte en energía eléctrica convencional y renovable, y posee intereses en fertilizantes y petroquímica, además de Metrogas, la mayor distribuidora de gas natural del país.

La crisis del gas y el foco en el petróleo
El gobierno nacional, el regulador Enargas y las empresas del sector adjudicaron la caída del servicio de gas natural por cañerías a los domicilios -un hecho inédito- al incremento del consumo por las muy bajas temperaturas que afectaron a todo el país en el inicio de semana. Sin embargo, ese planteo es una verdad a medias. Además del aumento de la demanda, hay otros dos aspectos que son omitidos.
De un lado, está el hecho de que la extracción de gas de Vaca Muerta y otros yacimientos de Neuquén se encuentra estancada desde hace un año y de cayó en las dos últimas semanas respecto de sus registros anteriores. Según el experto Nicolás Arceo, ello se debe a que las petroleras vienen cerrando los pozos que son exclusivamente de gas y le dan prioridad a la comercialización del gas que sale a la superficie junto con el petróleo, que es el foco de su interés.
Las petroleras ya tienen acceso al mercado internacional del petróleo, especialmente a Estados Unidos, y la factibilidad de incrementar sus volúmenes de exportación es muy elevada. En cambio, la Argentina solo exporta gas a Chile y comenzó a venderlo a Brasil. Los proyectos de GNL (gas licuado) recién estarán en funcionamiento en dos o tres años, en un mercado global que se espera que tenga precios más bajos.
Como durante el resto del año no hay demanda para el fluido que sale de los pozos que son exclusivos de gas, las petroleras optan por bajar la producción. Más cuando sus costos en dólares crecen de la mano de la política del gobierno nacional de un billete verde barato. Esta búsqueda de reducir costos impidió que hubiera alternativas al colapso por el frío de dos plantas compresoras de gas ubicadas en Neuquén.
El otro problema que puso de manifiesto la crisis del gas es que la decisión de la administración de Javier Milei de eliminar la obra pública deriva en la incapacidad de transportar el gas necesario para cubrir la demanda de invierno. Se podría decir que en esta ocasión las ampliaciones del sistema de gasoductos no fueron necesarias porque el volumen de gas inyectado desde Neuquén fue menor al de su capacidad actual. Pero, claramente, esa es una definición que precariza aun más un servicio esencial.
Pero hay otro nubarrón en el horizonte. La política del gobierno liberticida de desregulación y empoderamiento de las empresas llevará a los usuarios a nuevas situaciones de carencia de calefacción en medio del invierno, en las que mientras las productoras exportan el gas, el fluido faltará en los hogares. Esto porque el capítulo dedicado a los hidrocarburos de la Ley Bases exime a las petroleras de cualquier obligación con el mercado interno. Según esta legislación, el gas puede faltar en los hogares argentinos al tiempo que es vendido al exterior en beneficio de las petroleras.