La Asociación Empresaria Argentina (AEA), que integran los dueños de las empresas más grandes del país, remarcó este miércoles su apoyo al programa de reformas del gobierno de La Libertad Avanza.
En simultaneo, la Unión Industrial Argentina (UIA) defendió la reforma laboral en el Senado, con el argumento de que es prioridad absoluta para volver a crear empleo de calidad.
Los empresarios de AEA agasajaron con un almuerzo de fin de año al titular del Banco Central, Santiago Bausili. En el evento, destacaron que los proyectos de reformas laboral y tributaria tienen el objetivo de favorecer la competitividad de la economía y abogaron por sumar a esos proyectos un diálogo más fluido con las empresas.
El respaldo de los dirigentes más importantes del capital local se hizo notar en medio del debate parlamentario por el Presupuesto 2026, que expresa claramente un favoritismo por el sector privado y un desdén por la sociedad civil en general y por sectores sensibles en particular, como las personas con discapacidad y las universidades públicas.
También hizo ruido en la antesala de la discusión de la reforma laboral redactada por los estudios de abogados de las grandes empresas, que adolece del mismo sesgo que el proyecto de ley presupuestaria.
El presidente de AEA, Jaime Campos, destacó en su discurso las medidas del gobierno nacional para bajar el índice de inflación, y trasladó a Bausili que la asociación patronal “comparte plenamente el énfasis del gobierno en cuanto a reducir el peso del Estado sobre la economía, en terminar con el déficit fiscal, así como en relación a los esfuerzos para reducir la muy alta presión tributaria”.
El referente agregó que las reformas laboral y tributaria están en línea con el objetivo de mejorar la competitividad de la economía, y propuso añadir un espacio de diálogo con las empresas del agro, la industria y el comercio.
Desde las mesas, los empresarios escuchaban la declaración de apoyo consensuada. Estaban Luis Pagani, de Arcor; Paolo Rocca, de Techint; Héctor Magneto, de Clarín; Sebastián Bagó, del laboratorio homónimo; Cristiano Rattazzi, de Fiat; Federico Braun, de La Anónima; el zapatero Alberto Grimoldi; y Eduardo Elsztain, de IRSA; entre otros.
Las mismas caras siguieron con atención el discurso de Bausili, que detalló las políticas del BCRA bajo su gestión.
La conducción de la UIA, alineada
El pronunciamiento de AEA es el más importante en una serie de apoyos públicos del sector privado al programa de ajuste del gobierno nacional y a las reformas que se discuten estos días en el Parlamento.
Pero este miércoles hubo otro apoyo importante, el de la UIA, que fue al Senado a manifestarse en franco respaldo a la reforma laboral, a pesar de que el proyecto oficial es eje de un áspero debate en la interna de la entidad.
Este miércoles en el plenario de comisiones de la Cámara Alta en el que se trata el proyecto, el presidente fabril, Martín Rappallini, planteó que para volver a crear empleo formal, las empresas necesitan la reforma laboral, que debe preceder al crecimiento de la economía.
Rappallini habló en representación de todos los asociados de la UIA, pero su tesis es muy discutida dentro de la entidad, por las empresas que viven del mercado interno en general y por las pymes en particular, sectores que consideran que la prioridad es la implementación de una política de incentivo al sector, que en lo que va del gobierno de Javier Milei perdió más de 2 mil empresas.
La declaración de la UIA se produjo después de que el ministro de Economía, Luis Caputo, convocó el martes a Rappallini y otros altos dirigentes de la UIA a una reunión en Hacienda en la que les pidió expresamente una manifestación a favor del proyecto libertario.
Según lo que trascendió, como moneda de cambio, Caputo habría concedido abrir un espacio de diálogo sectorial para tratar políticas específicas.
Considerando que la línea oficial es que «la mejor política industrial es la que no existe», las chances reales de que el gobierno cumpla la promesa parecen pocas. El tema dará tela para cortar.
