Charlotte Caniggia habló por qué es difícil ser esposa de un futbolista ESPECTÁCULO El Intransigente


Charlotte Caniggia abrió una charla en su programa para hablar sin filtros sobre lo que significa “ser botinera” y puso en cuestión la imagen idealizada que asocia a las parejas de futbolistas. Con tono franco y directo admitió: “Nada es lo que parece”, aludiendo al contraste entre la vida que se muestra y la realidad del detrás de escena. Según ella, muchos creen que todo es lujo y felicidad, pero no siempre es así. 

La modelo reflexionó sobre la dualidad de ser una botinera: por un lado el glamour público, los regalos y la exposición; por otro, la posibilidad de infidelidades, mentiras o vacíos afectivos. Desde su experiencia personal, manifestó que conoce ese mundo “desde adentro”. Si bien reconoció que muchas viven bien económicamente, señaló que eso no garantiza que haya lealtad o plenitud emocional. Su conclusión fue tajante: “Si querés ser cornudo, bueno…”, disparó sin rodeos.

En el programa Qué Tupé, Enzo Aguilar, su compañero la interpeló sobre si considera que la fidelidad es una excepción en esos ámbitos, y ella respondió afirmando que “sí, porque todos los hombres no son muy fieles a sus mujeres”. Y agregó que muchas mujeres tienen buena vida materialmente, acceden a lo que desean, pero “a la vez son unas cornudas”.

La conversación también incluyó un cruce con Wanda Nara, a quien Charlotte Caniggia acusó de “no haber trabajado nunca”, contrastando con la imagen pública de éxito que tiene. A través de esa comparación, mencionó que los discursos de empoderamiento que algunas figuras utilizan pueden chocar con lo que ella entiende como realidad del rol de “botinera”. Aunque reconoció que “dejó todo” por su carrera personal, la influencer lo cuestionó desde su punto de vista: “¿Dejar todo para hacer qué?”, preguntó.

La repercusión fue inmediata: seguidores la apoyaron por su sinceridad y otros la criticaron por la dureza de su versión, aludiendo a que ella misma proviene de un entorno similar. En la caja de comentarios de su programa y en Instagram aparecieron mensajes de todo tipo: algunos defendieron que “dijo la posta”, otros la acusaron de falta de empatía. 

Por último, la declaración de Charlotte Caniggia aleja el brillo superficial y lleva el foco a lo que muchas veces queda invisible: la presión detrás de la imagen, la fidelidad puesta en juicio y la pregunta de si “tenerlo todo” realmente significa estar bien. Su mensaje es contundente.