La euforia que siguió al triunfo de La Libertad Avanza en las elecciones de medio término derivó en un furor de reclamos de reformas económicas estructurales con las empresas y sus dirigentes en la primera línea de presión.
Al día siguiente del batacazo, las cámaras representativas de grandes, medianas y pequeñas empresas reclamaron que se aproveche el apoyo popular como trampolín para asegurar la agenda.
Las cámaras y asociaciones priorizaron en sus comunicados la reforma tributaria, pero el gobierno focalizó en lo que el presidente, Javier Milei, llamó la “modernización laboral”.
El mandatario ratificó el objetivo después de una reunión con 20 de los 24 gobernadores que le manifestaron “consenso absoluto” para impulsar las transformaciones en el Congreso.
Las gacetillas de las cámaras empresariales hacían especial hincapié en la “oportunidad” histórica que se presentaba para conseguir los cambios de fondo y llamaban al gobierno a ajustar la estrategia política para no echar a perder la ventaja que pocos días antes parecía imposible.
Matices
Los grandes empresarios que hablaron en primera persona celebraron que las elecciones despejaron la incertidumbre política que se instaló a mediados de año, pero marcaron diferencias a la hora de las definiciones.
El presidente de la corporación inmobiliaria IRSA y miembro de la Asociación Empresaria Argentina (AEA), Eduardo Elsztain, aprovechó un foro de la consultora ABECEB para manifestar su conformidad con el avance de las reformas, aunque moderó el optimismo cuando señaló que por ahora la única certeza es que “no hay plazos”.
Si las reformas dependen en última instancia de la muñeca política de Milei, tras dos años de desencuentro con la oposición la moderación de algunos dirigentes no parece descabellada. No obstante, otros se mostraron confiados.
El industrial alimentario Martín Cabrales, dueño de la marca de café que lleva su apellido, vaticinó, muy en línea con las proyecciones que hace el gobierno, que la reforma laboral va a generar un “boom” de empleo en el país, sobre la base de una economía “que incluya a todos” y que genere condiciones “adecuadas” para invertir, dijo al diario Perfil.
Por su parte, el titular de Industriales Pymes Argentinos (IPA), Daniel Rosato, reclamó un debate amplio sobre la cuestión y planteó que la reforma laboral “no sirve si no se crea empleo”. Antes que una “modernización” laboral, es “necesario mejorar las condiciones de competitividad” dijo Rosato, en representación del sector que siente directamente el impacto de la apertura indiscriminada a las importaciones. Agregó que la reforma debería llegar acompañada de otras medidas para recuperar la actividad y el poder adquisitivo del salario.
También hubo lugar para exabruptos de tinte oficialista de pura cepa, a cargo del salteño Alfredo Olmedo, que defendió la reforma laboral con el argumento de que uno de sus empleados trabajaría a gusto 20 horas diarias.
Consejo
Desde Córdoba, la Fundación Mediterránea, una de las entidades de representación empresarial más influyentes del país, destacó las primeras señales políticas de Milei, pero aconsejó asegurar precisión en los diagnósticos, para no equivocar el camino de las propuestas, y pericia técnica, especialmente en relación a la reforma laboral: “El amplio aval electoral y la incorporación de figuras con amplia experiencia política, como Diego Santilli en el Ministerio del Interior, son activos valiosos para avanzar en las reformas. Pero no bastan”, consideró la entidad, en un análisis que podría pasar como un pedido de pista para los economistas del think tank IERAL.
A fines de octubre, la Fundación Mediterránea compartió en su sitio web una extensa nota de Infobae sobre el proyecto de reforma laboral de la diputada libertaria Romina Diez, que se menciona, entre otras alternativas.
Esta semana, el abogado Julián de Diego, un laboralista tradicionalmente ligado a las patronales, salió a los medios a defender su colaboración con el secretario de Trabajo, Julio Cordero, en la escritura del que, aseguró, es el único borrador de reforma laboral en carrera, descartando expresamente la propuesta de Diez.
En una entrevista con Radio Zónica, De Diego precisó que el proyecto oficial está estructurado en tres ejes: el llamado “salario dinámico”, ajustado por productividad; la negociación colectiva por empresa; y el denominado “banco de horas”.
El abogado agregó que en el proyecto está previsto que las indemnizaciones sigan pero con flexibilidad en los tiempos del pago. Los detalles restantes siguen en la sombra.